Los trastornos de conducta y el descontrol de impulsos se caracterizan por patrones persistentes de comportamiento problemático o disfuncional. Estos trastornos afectan la capacidad de una persona para regular sus impulsos y llevar a cabo conductas adecuadas en diferentes áreas de su vida.
Dentro de los mas comunes encontramos:
- Trastorno explosivo intermitente: Se caracteriza por la incapacidad de controlar los impulsos agresivos y la tendencia a tener arrebatos violentos o agresivos desproporcionados en respuesta a situaciones estresantes.
- Trastorno de conducta: Se presenta en la infancia o adolescencia y se caracteriza por un patrón persistente de comportamiento antisocial, como la violación de las normas sociales, el comportamiento agresivo hacia personas o animales, el vandalismo y la falta de remordimiento o empatía.
- Trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH): Aunque no se considera estrictamente un trastorno de conducta, el TDAH puede causar dificultades para controlar los impulsos, mantener la atención y regular el comportamiento.